martes, 22 de noviembre de 2011

Los jóvenes de la barra, la Policía Metropolitana, los medios de comunicación y opinión.

Hoy traemos al blog un articulo que acontece, desde varios puntos de vista, los hechos perpetuados por la policía en contra de la hinchada popular del Caracas Fútbol Club hace precisamente 1 año.

Pocos lo saben, el domingo 21 de noviembre de 2010 en un juego entre el Caracas Futbol Club y el Deportivo Petare, al terminar, la PM (Policía Metropolitana) cerró las puertas del estadio y arremetió contra los y las jóvenes de las gradas que hace tiempo vienen organizándose en la barra popular del Caracas Fútbol Club. Las fotos y videos son indignantes, la PM con palos, tubos, perdigones le dió con todo a los barristas. Más de cincuenta heridos: perdigones en el cuerpo, peinillazos, contusiones, un herido de bala, un joven en terapia intensiva por los golpes. La hinchada denunció y hubieron efectivos suspendidos por la misma institución.

Varios elementos importantes de resaltar:

La despedida de la PM.

Pocas horas antes Chávez anunciaba la Policía Nacional en todo el país y decretaba la muerte de la tristemente célebre Policía Metropolitana. Sí, esta era la despedida de la PM en el estadio con unos chamos cuya mayor agresión son los cantos clásicos contra los pacos.

La batalla mediática.

Los hechos ocurrieron un domingo por la noche. La noticia corrió por facebook y twiter: fotos y videos. El lunes todos los medios que lo reseñaron usaron la palabra conflicto o enfrentamiento para definir una situación en la cual la PM con más fuerzas y con instrumentos como tubos, perdigones y peinillazos arremetió contra otros grupos que solo tenia en sus manos trapos e instrumentos musicales. Obviaron que la policía cerró las puertas del estadio, fue una emboscada.

En el campo de la batalla mediática la política tradicional y conservadora sabe que hacer ante los avances del pueblo. Mientras el sábado anterior los jóvenes estudiantes celebraban su día con la revolución en una jornada esperanzadora, las acciones de la policía en el estadio venían a decirnos que el Estado reprime a los jóvenes. Así lo que parece una acción loca de la PM empieza cobrar sentido a la luz de la batalla mediática.
Un grupo de los jóvenes de la barra se presentaron al lunes en fiscalía. Fueron atendidos y los medios cubrieron la noticia en un tono ambiguo. Nadie se escandaliza por estos hechos, nadie prevé que hará la PM en estos meses en que muere lentamente. Un pronunciamiento de la Policía Nacional exhorta a investigar y sancionar a los funcionarios. Varios sectores convocan a ruedas de prensa.

Los medios siempre los medios.

Ante una arremetida cuerpo a cuerpo y otra mediática. ¿Cómo debe responder el frente comunicacional de la revolución? No hacerle el coro a la noticia es una opción, no dejarse imponer la matriz de opinión. Pero ¿Qué pasa con los chamos de la barra, los que fueron golpeados?

Desde hace unos años la barra del Caracas Futbol Club ha tomado espacio público. Sus acciones de apoyo a su equipo son cada vez más organizadas y visibles. Está compuesta por jóvenes de la ciudad, diversos en clases y posturas políticas. Pero los trapos de las barras hablan de un movimiento dentro de ella que sabe para donde va: la cara del Che, Simón Bolívar con la camisa del Caracas, Bob Marley con la camisa del Caracas, La brigada Antifascista, la barra roja y trapos con nombres de los barrios presentes en la barra, Petare, San Martin, Caricuao, 23 de Enero, las Minas de Baruta. Y es que en la barra del futbol en Venezuela que históricamente ha sido un espacio para los jóvenes de las clases medias descendientes de europeos, hace un tiempo esta tomando un color popular, un color rojo como el equipo. Si bien la barra aún no define una postura ideológica, si sabemos que dentro de ella las fuerzas están en constante movilización y los jóvenes de los barrios pugnan por hacer de ella un espacio de expresión popular.

Para ellos, que los medios ignoren la noticia es una sensación de desamparo y que la derecha y la izquierda intente hacer de ellos una bandera política, otro frente de defensa que se les abre. Ellos no son bandera de nadie, son un grupo de jóvenes que intentan de manera autónoma nuevas formas de expresión y participación, pero siempre anclados en el sentido popular de las mismas.

Y mientras leemos esto, la fiscalía quizás investigue, pero dudo que algún policía sea responsabilizado por sus actos. La revolución no dirá nada y la oposición hará de esto una bandera política. Los jóvenes que pugnan por hacer de la barra un espacio popular quedaran invisibilizados. Y muchos dirán: esas son cosas de muchachos.





1 comentario:

  1. esos hijos de puta fueron los mismos que con armas cortas disparaban a los chilenos de la U cuando jugaron hace unos años... es un poco de su propia medicina... TODOS LOS POLICIAS SON BASTARDOS.

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