lunes, 21 de febrero de 2011

Convocatoria a Plantón por el Desmonte del ESMAD y jornadas de acción y denuncia.

Nosotros como barristas somos testigos de los abusos que caracterizan a los integrantes del ESMAD, quienes muchas veces se han tomado de manera incorrecta su trabajo solo llevando terror y generando odio hacia ellos. Ellos no son un simple ente de seguridad, ni tampoco un simple escuadron que vela por la seguridad en las justas protestas y manifestaciones populares...ellos son un actor directo en la violencia que vive hace decadas el país ya que hacen parte de una institución que siempre ha estado permeada por actos bochornosos en contra de la población civil. Por esto y muchos motivos mas TODOS LOS BARRISTAS DE COLOMBIA TENEMOS QUE HACER SENTIR NUESTRA VOZ PARA QUE DE UNA VEZ POR TODAS SE ACABE TANTA INJUSTICIA COMETIDA POR ESTE ESCUADRON DE LA MUERTE...NO MAS ESMAD A.C.A.B



Plantón

Medellin
Colombia, un país latinoamericano condenado por los límites de la organización política coercitiva propia de la modernidad, El Estado. Constituido por un gobierno, que desde sus inicios ha ejercido el poder en favor de las elites burguesas y terratenientes y ha estado marcado por una historia de resistencia y lucha popular, lo que ha desencadenado la persecución, la represión, el encarcelamiento y la muerte de las y los luchadores por la libertad.

Plantón por el Desmonte del ESMAD
Jornadas de Acción y Denuncia Contra el Terrorismo de Estado

"En la historia de la humanidad, el gobierno y el Estado cargan con una larga historia de opresión y de crimen contra su propio pueblo. Todo Estado, en cuanto concentra en sí determinado poder, tiende a conservarlo y acrecentarlo: de ahí su inevitable función bélica. Todo Estado desea conservar el orden, lo cual equivale a decir, mantener las cosas tal como están (los pobres, pobres; los ricos, ricos; los nobles, nobles; los plebeyos, plebeyos; etc.): de ahí su inevitable función opresora y represiva"
William Godwin

Colombia, un país latinoamericano condenado por los límites de la organización política coercitiva propia de la modernidad, El Estado. Constituido por un gobierno, que desde sus inicios ha ejercido el poder en favor de las elites burguesas y terratenientes y ha estado marcado por una historia de resistencia y lucha popular, lo que ha desencadenado la persecución, la represión, el encarcelamiento y la muerte de las y los luchadores por la libertad.

Para los Gobiernos, la criminalización de la protesta y de las luchas populares es una estrategia de Estado aplicada por la fuerza pública, en términos legales, para hostigar, intimidar, detener y condenar con altas penas a los activistas sociales o, fuera de la ley, con fuerzas paraestatales que señalan, hostigan, persiguen, torturan y asesinan a quienes actúan motivados por opciones de vida que discrepan con los modelos establecidos. El Estado, en especial el colombiano, ha sido y es experto en realizar montajes, señalar de delincuente o terrorista a cualquier persona y/o grupo que lo denuncie, proteste, reclame sus derechos o actué en su contra. Esto lo constatan las permanentes violaciones a los derechos humanos, las desapariciones forzadas, las ejecuciones extrajudiciales, las operaciones ilegales de inteligencia y, en general, la historia de miles de personas y sus familias que han sido sometidas mediante el terror de Estado.

A nivel nacional se están impulsando diversas propuestas de acción y denuncia contra el terrorismo de Estado, y desde Medellín se está trabajando en la Campaña Contra la Criminalización de la Protesta y la Lucha Popular. Desde este proceso, estamos convocando a la realización del Plantón por el Desmonte del ESMAD y a las Jornadas de Acción y Denuncia Contra el Terrorismo de Estado con el fin de conocer, articular y tejer redes que potencien el accionar conjunto frente a las agresiones del Estado y, de esta manera, generar mayor presión y visibilización.

El Plantón por el Desmonte del ESMAD se realizará el 24 de febrero en el Parque Bicentenario a las 3 pm con el fin de instaurar esta fecha como el Día por el Desmonte del ESMAD. Esta es una propuesta que se viene adelantando con otros procesos a nivel nacional y se realizará simultáneamente en diferentes ciudades de Colombia. Para esta oportunidad a nivel local, estamos convocando a personas, grupos artísticos, colectivos y organizaciones que quieran participar activamente del mismo con denuncias de atropellos, dramatizaciones, música o cualquier forma de hacer sentir nuestro rechazo a este escuadrón de la muerte.

Las Jornadas de Acción y Denuncia Contra el Terrorismo de Estado tendrán lugar los días 26 y 27 de febrero. También las y los convocamos para que participen con un conversatorio, taller, charla o acción directa que posibilite el reconocimiento de las victimas, la creación de redes, la visibilización de la estrategia de muerte estatal y para estatal frente las organizaciones y colectivos sociales y populares y, en fin, con cualquier manifestación que potencie el accionar/pensar conjunto y el rechazo al terrorismo de Estado.

Estaremos esperando sus propuestas antes del 18 de febrero, por favor escribir al correo: noalacriminalizacion@riseup.net

Fraternalmente,

Campaña Contra La Criminalización de la Protesta y La Lucha Popular
Medellín 2011

viernes, 18 de febrero de 2011

¿Neonazis en la Rexixtenxia Norte?

Bueno por acá dejo un articulo que ubiqué gracias a uno de los visitantes de nuestro blog. Se trata de una publicación hecha por el periodico antioqueño EL COLOMBIANO y data de hace aproximadamente 9 años (algo ya muy viejo teniendo en cuenta el contexto histórico de las barras colombianas).
Primero que todo no hay que atacar arbitrariamente e ignorantemente los comentarios de este señor "comandante 88", pues en parte y refiriendose a la problemática de las barras bravas colombianas, tiene toda la razón y a pesar de la diferencia ideológica, sus argumentos son iguales a los nuestros. No voy a entrar en detalles puesto que para eso publico el articulo, pero si quisiera dejar en claro unos puntos.
Primero: Los problemas de violencia en las barras de colombia son totalmente injustificables desde cualquier punto de vista, y teniendo esto en cuenta, tambien hay que mirar que detras de todo se esconden problemas propios de la sociedad que no son nunca ajenos a nuestra "cultura" barrista.
Segundo: La solucioes que se le deben dar a estas problemáticas no pueden ser en ningún caso represivas (como lo argumenta comandante 88)ni educacionalmente estrictas, si no que desde las mismas barras se debe empezar a crear conciencia y llevar a cabo una autoreflexión sobre lo que acontece.
Tercero: No es un error, como dicen muchos, politizar las barras colombianas puesto que al tomarse una actitud política se le esta dando paso a la consagración de ideas que lleven a un mejoramiento tanto en la violencia como en los aspectos socioeconómicos. El error es no saberlas politizar, y me refiero a que nuestras hinchadas, al ser masas, no pueden ser foco de organizaciones partidistas.
Cuarto y último: Hay que resaltar que hoy en día, la REXIXTENXIA NORTE, no cuenta con combos de tendencias nacionalsocialistas, aunque puden estar presentes en individualidades sin expresión alguna dentro de la barra. Es más, en la barra existe un grupo que se a declarado abiertamente como ANTIFASCISTA: DEXTRUXION. Tambien se ha visto un pequeño grupo, Hinchas del Medellín y residentes en el municipio de Envigado, con la denominación de Hinchas Antifascistas.



La política penetra las barras

-En Medellín opera grupo que promueve el nacional socialismo.
-Barrista asegura que en Bogotá hay gente con ideales comunistas.
-Señala a padres de familia y prensa, entre otros, como causantes de la problemática.

Por
Wilson Díaz Sánchez
Medellín

Los grupos políticos encuentran en esta masa el sitio perfecto para promover sus ideologías, según reconocen algunos líderes. Los jóvenes, muchas veces por moda, ingresan sin tener claridad del alcance de sus decisiones. Es ahí donde se requiere la presencia de los padres de familia y educadores.
La política ya incursionó en algunas barras bravas colombianas. Un integrante de la Rexixtenxia Norte, quien pidió no revelar su nombre y se autodenominó como el Comandante 88 del Frente Skinheads, reconoció que su presencia allí, "por encima de ser barrista, es que tengo una postura clara: soy nacional socialista".

Según él, en el fútbol encuentra el espacio apropiado para reclutar jóvenes y adultos que comulguen con sus ideales.

El hombre de cabeza rapada, quien dijo ser abogado, vestido de chaqueta, pantalón y botas negras, tomó la palabra durante el foro realizado la semana pasada en el teatro Porfirio Barba Jacob y sentado frente al auditorio, con los pies cruzados, expresó abiertamente que "esto se está volviendo una guerra fratricida".

Minutos más tarde, luego de presenciar un intento de bronca entre los seguidores de Los del Sur y Rexixtenxia Norte, aseguró que "es preocupante que las barras bravas en Colombia estén entregadas al vicio".

Comentó que están equivocados quienes piensan que el conflicto se puede resolver de un día para otro. "Esto debe tener un proceso en el que participen hinchas, prensa, directivos y jugadores; no olvidemos que Argentina lleva más de 30 años tratando de frenar la violencia en los estadios".

Otros líderes de Rexixtenxia hablan de que la barra no tiene intereses políticos ni religiosos, ¿entonces cuál es su posición?
"Mi opinión es muy específica y traduce el pensamiento del Frente Skinheads, que dista mucho de esa posición. Nosotros pensamos que el fútbol es un medio idóneo para concientizar a la gente de la política, como en su momento fue la literatura. Lo único que hoy mueve a la juventud es el rock y el fútbol, pues nadie lee un libro. Con jóvenes con actitud política, estamos haciendo presencia en el fútbol para reclutar gente que se acerque a nuestros ideales. Nosotros, como nacionalsocialistas, sabemos que debemos estar tan unidos que hasta tenemos amistad con gente de Los del Sur y los hemos incentivado para que hagan lo mismo en su barra. Ahí es donde se acaban las rivalidades, el ideal de una Colombia mejor está por encima de la rivalidad".

¿Usted conoce de otras tendencias políticas infiltradas en el fútbol?
"Aquí en Medellín no tengo conocimiento. En Bogotá sí sé de gente con raigambre comunista, pero no tengo mucho conocimiento de causa para hablar del tema".

¿Será necesario esperar más muertes para ponerle fin a los enfrentamientos entre hinchas?
"La represión es uno de los mecanismos viables para erradicar el problema, pero el verdadero camino es el preventivo, éste debe ser el pilar sobre el que se debe edificar esta construcción de paz".

¿Cómo ponerlo en práctica?
"Así como sabemos que el problema es muy repentino, que se creció mucho en los dos últimos años, vamos a tener que recurrir a un proceso de metamorfosis para poder corregirlo. La Alcaldía, por medio de cátedras de educación, igual que las sociales y las matemáticas, debe implementar una de convivencia ciudadana. Esto no sólo sirve para las barras, sino para los problemas de milicias y delincuencia común".

¿Usted cree que deben participar expertos en solución de conflictos?
"Donde más fuerte se debe trabajar es en las aulas de clase, con programas pagados por la Alcaldía, a través de las Juntas de Acción Comunal. Mire que la mayoría de los pelaos no está trabajando ni estudiando y hay una cantidad de ociosidad que desemboca en violencia. No sólo con buscar a los que están estudiando se soluciona el problema, no, hay que ir hacia los muchachos que no están haciendo nada".

¿Será ociosidad solamente o son expresiones de juventud?
"Las hinchadas de Nacional y Medellín son muy distintas. Los muchachos que siguen al verde, en un 80%, provienen de conjuntos residenciales, de estrato cuatro para arriba, con una vida buena. Y como no saben qué hacer con tanta comodidad y libertad, buscan un medio para desaburrirse y catalizar sus energías. Los aficionados del Medellín, en su mayoría, son de estrato tres para abajo y, contrario de los anteriores, lo que buscan es catalizar una energía por la falta de garantías y oportunidades que les niega el Estado. La gente lo ve como un problema de camisetas, pero esta es una lucha de clases, igual que sucede en Cali y Bogotá. Este es apenas uno de los tantos factores del conflicto".

¿Qué buscan comunicar con sus estribillos y simbologías?
"Lo que yo percibo es que esto se volvió una forma de neocolonialismo. Así como el pelao compra zapatillas Nike, se mete en determinado ritmo musical o moda pasajera, lo mismo sucede con las barras. Lo que más está influyendo en este caso son las tendencias argentinas, en las que las situaciones de beligerancia con estribillos son pan de cada día entre los hinchas. Eso sería hasta tolerable porque es una situación de rivalidad, pero lo triste es que se lleve afuera del escenario donde gana es el que más bala dé, ya se ven armas de fuego".

La situación crítica ahora no es en el estadio, ¿qué alcances tiene el problema?
"Lo del estadio es mínimo y lo puede controlar la Policía. Sin embargo, afuera y en los barrios eso se vuelve un monstruo de siete cabezas, no hay forma de solucionarlo. Es más, hay muchos heridos y hasta muertos que no han salido a la luz pública que pasan como peleas callejeras o atracos y que en realidad se debió a riñas de fútbol".

¿Por qué el fenómeno se trasladó tanto a los niños, es cierto que los adultos influyen en los comportamientos?
"La prensa, especialmente la televisión, se encargó de crear ese mito. Desde mi barra puedo decir que los infantes no son maleados por los mayores. Los medios les dan mayor despliegue a las barras haciendo énfasis en los actos violentos, pero cuando hacen las salidas y programas de reinserción de jóvenes e impulsan escuelas de fútbol, eso no lo difunden. Hay una descompensación informativa que se convierte en un arma de doble filo: el niño de 12 años que está viendo la televisión no quiere entrar a esa agrupación por los proyectos sociales, sino porque allá se pelea, hay sangre y emoción".

¿Usted reconoce que en las barras hay alcohol y licor?
"Mi posición, por encima de ser barrista, es que tengo una postura clara y es que soy nacional socialista. Me parece preocupante que las barras bravas de Colombia estén entregadas al vicio. En gran parte la Corte Constitucional tuvo un acierto en permitir la dosis personal de marihuana, pero el problema es que no supo delegar responsabilidades al ejecutivo. Fue como darle licencia a la juventud para que se autodestruyera, sin una clara cultura, sin mostrar consecuencias en los colegios y establecimientos educativos. Obviamente en la barra se ve licor y droga y mucho de ese consumo influye en la efervescencia a la salida de los partidos y todo termina en hechos violentos".

¿A quién atribuye esta responsabilidad?
"Al Estado. El problema del fútbol colombiano es la violencia, pero eso no es lo principal. El hecho de los enfrentamientos no es el efecto del licor, sino porque el uno tiene una camiseta verde y el otro la roja. El grado de ignorancia al que hemos llegado es alto. La mayoría de los jóvenes que actúan lo hacen sin estar bajo ningún estimulante".

¿Qué otro camino se debe seguir?
"La clave está en la reeducación. Usted puede hacer mil campañas publicitarias y no va cambiar los conceptos de la gente vieja. Educación con las nuevas generaciones y represión con los adultos mayores".

¿Cuál debe ser el papel de la familia en este caso?
"Los padres de familia viven preocupados por otras cosas y descuidan a sus hijos. Primero está la televisión, el cine, la diversión y dejan al muchacho solo, nunca dialogan con él. Por eso buscan en las barras un espacio para llenar ese vacío. En Rexixtenxia somos más de 10.000 personas y, aunque la relación es muy impersonal, el joven asume como su gente. Ser rexixtente es casi un apellido y uno por los hermanos está dispuesto a hacerse matar".

Antecedentes
El neonazismo en los estadios

El Partido Nacional Socialista, o partido nazi, se desarrolló desde 1918 en Alemania y dio lugar a la dictadura de Adolfo Hitler, desde 1933 hasta 1945, cuando el Tercer Reich, fue derrotado por los Aliados, en especial por el Ejército Rojo soviético, en la Segunda Guerra Mundial.

El Nacionalsocialismo, con similitudes con el fascismo italiano, era un movimiento extremista, racista y sus principios atacaban el liberalismo, el comunismo y las ideas socialistas. Privilegiaba la violencia y el terror.

En la Europa contemporánea han surgido movimientos neonazis, emparentados con manifestaciones de subculturas juveniles. En Alemania y otros países sus violentas actuaciones racistas han tenido como objetivos a paquistaníes, turcos, africanos y suramericanos, especialmente. Se influencia se nota en las llamadas "barras bravas" del fútbol.

Los skinheads o cabeza rapadas se originaron en Inglaterra, en los sesenta. En 1966, en el Mundial de Fútbol de Inglaterra, en medio de una cultura roquera, aparecieron las hinchadas juveniles, con la violencia como estilo de vida en los estadios. Ahí estaban los bootboys. Los skinheads nacieron como una mezcla, un mestizaje de subculturas de grupos callejeros. Además de la música, la violencia y el vandalismo eran parte de su identidad. Después, en los setenta, irrumpió el punk. Algunos skins adoptaron los símbolos nazis, aunque, otros, los redskins, lo hicieron con la hoz y el martillo, comunistas. Un explosivo coctel ideológico.

En las barras bravas, en los hooligans, se manifiestan esas tendencias, que no sólo obedecen a una caracterización musical, sino que han derivado en grupos con orientación política. El neocolonialismo cultural en Latinoamérica no sólo se da con la importación de modelos (como el caso de las barras bravas) sino con manifestaciones como las arriba descritas.

Tomado de:
EL COLOMBIANO / Marzo 11 de 2002
http://www.elcolombiano.com/proyectos/serieselcolombiano/textos/barras_bravas/politica.htm

lunes, 14 de febrero de 2011

La Ultra quiere paz.



La barra está cansada de la violencia y se une a la campaña de EL HERALDO
Tegucigalpa.

Honduras

Los líderes de la barra Ultra Fiel han dado un paso al frente y, tras solicitar una audiencia con el sociólogo Gustavo Sánchez, el Programa de Reinserción Social y EL HERALDO, han decidido unirse a la lucha por la no violencia, iniciada tras la campaña de este diario “Que la familia vuelva al estadio”, y han expuesto sus puntos de vista sobre la problemática que envuelve a la sociedad futbolera nacional.

Conscientes que la percepción que se tiene de la fanaticada organizada del Olimpia es negativa, los barristas piden su oportunidad para que ya “no se siga satanizando” a la organización, al tiempo que se declararon un grupo social que nació con la finalidad exclusiva de apoyar al equipo más popular del país, sin ningún vínculo con el crimen organizado ni con la violencia armada que azota al país.

De la reunión salieron varios puntos que habrá que tomar en cuenta para comenzar a luchar por la paz en los estadios.