lunes, 16 de diciembre de 2013

A propósito del programa "Barras Bravas" de RCN

Por: La Banda Izquierda 

(https://www.facebook.com/porlabandaizquierda)

RCN saca una crónica en la que pretende exponer la dinámica del barrismo en Colombia. Como lo teníamos pensado, la crónica se dedicó a describir en detalle el fenómeno de la violencia en las barras, como si necesitáramos seguir poniendo el dedo en la llaga. No nos extraña, es lo cierto, la mayoría de imágenes solo corroboraban una realidad que es conocida por el país, con una exageración morbosa, aterrizando el centro del programa a la siempre castrada actitud de quienes dicen preocuparse por la violencia en el fútbol: Criminalización, estigmatización y marginalidad, sobre todo cuando invitan al debate a periodistas con un precario nivel de análisis como Carlos Antonio Vélez e Ivan Pelaez quienes se dedican a decir que son delincuentes y que la única corrección para ellos es la cárcel, no convocan a matarlos por que es la T.V y el marketing no se los permite, aunque no será necesario decirlo con el solo hecho de escuchar hablar a estos tipos. 

Lo cierto es que, RCN en esa mediocre labor de crear miedo en Colombia en una búsqueda de garantizar leyes inocuas a través de la estrategia comunicativa, no es capaz de ver todo el fondo que tienen estas expresiones en un país como el nuestro, en el que la violencia se ha introducido en la naturalidad. Ese es nuestro fondo, el de una búsqueda del todo por el todo y el de ganar a toda costa, poderes imaginarios, lo vemos desde las barras, hasta los ex-presidentes, a estos últimos les hacen programas pero alabándolos.

Finalmente queremos decirle a RCN y a toda esa sarta de analistas graciosos y mediocres, que sin desconocer que el fútbol tiene un problema social, sabemos que aquí hay grandes potenciales de cooperatividad, fraternidad, solidaridad, comunitarismo, organización y trabajo valores ausentes, incluso en las grandes bancadas políticas. Les decimos que si hay una ciudadanía que junta pondría a temblar sus curules de la hegemonía es esta, la misma que hoy subvierte y pone en tensión la relación del estado con las rupturas sociales que se dan en él y que no son capaces de controlar. 

Hay mucha tela por cortar, eso lo tenemos claro, pero nosotros nos ponemos las botas y afrontamos el problema, porque las garantías políticas no solo se le brindan al que por medio de las armas pone en peligro su estatus quo, sino que las garantías políticas se les dan a todos aquellos, que cansados de las crisis, la exclusión y la falta de oportunidades, han creado enemigos en todo sitio, aunque poco a poco saben quienes son, de donde vienen y quién es que verdaderamente nos ha robado. Vamos dando pequeños pasos, pero cuando lleguemos, entonces sabrán que esos barristas delincuentes serán el futuro de este desangrado país.

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